Este informe, elaborado por la Plataforma de Inversión de Impacto Centroamericana (PiiC) en colaboración con Dalberg, con el financiamiento de Ada y la colaboración de WWF, expone la necesidad urgente de incrementar las finanzas climáticas en Centroamérica, una región altamente vulnerable al cambio climático pese a su mínima contribución a las emisiones globales. A través de una evaluación detallada de los flujos de financiamiento en mitigación y adaptación, el reporte subraya el desafío de cerrar la significativa brecha financiera, estimando que los fondos actuales deben multiplicarse entre tres y cuatro veces para cubrir las necesidades climáticas proyectadas. Además, el estudio destaca la importancia de priorizar las inversiones en adaptación, vitales para proteger las comunidades más afectadas y preservar la biodiversidad.
El análisis muestra cómo Costa Rica y Honduras concentran la mayoría de las inversiones, mientras que países como Guatemala reciben menor financiamiento en proporción a sus vulnerabilidades. En términos de instrumentos, la deuda no concesional lidera los compromisos financieros, aunque se sugiere que el ecosistema se beneficiaría de una mayor inclusión de subvenciones y financiamiento concesional, especialmente para proyectos de adaptación. Asimismo, el informe identifica diversas barreras que limitan el crecimiento de las finanzas climáticas, tales como la falta de transparencia, la incertidumbre institucional y la fragmentación de información sobre los ecosistemas de inversión en la región.
Finalmente, el informe propone recomendaciones clave para cada actor del ecosistema, incentivando el capital catalítico, la transparencia, y una mejor alineación de las inversiones con las prioridades de cada país. Esta hoja de ruta es esencial para aquellos interesados en avanzar hacia un modelo de financiamiento climático más equitativo y efectivo en Centroamérica, aportando herramientas concretas para que gobiernos, inversores y aliados puedan contribuir a un futuro más resiliente y justo.